EL LARGO VIAJE DE ISHMAEL BEAH
DE NIÑO SOLDADO A AUTOR RENOMBRADO, ACTIVISTA POR LOS DERECHOS HUMANOS Y EMBAJADOR DE UNICEF
"NO TENÍA NINGÚN DESEO DE SOBREVIVIR PORQUE LO HABÍA PERDIDO TODO. PENSÉ QUE ME VOLVERÍA LOCO"
La voz de Ishmael Beah aún tiembla cuando recuerda el horror de ser un niño en medio de uno de los conflictos armados modernos más mortíferos.
La guerra civil de Sierra Leona duró 11 años, mató a más de 50.000 personas y marcó para siempre la vida de miles de niños y niñas. En 1991, como muchos otros niños, Ishmael perdió a su familia inmediata, incluyendo a sus padres y hermanos.
Unos meses más tarde, a la edad de 13 años, Ishmael fue reclutado forzosamente por las fuerzas armadas de su país para luchar contra los rebeldes.
"TENÍAMOS MUCHAS ARMAS, MUNICIONES Y DROGAS, PERO NO COMIDA NI MEDICINAS".
Los largos meses de vagabundeo por la interminable selva tropical, la sangre en sus manos, la crueldad de la manipulación y el vacío de la repentina pérdida de amigos: la historia de Ishmael contiene todo lo que nunca debería ocurrirle a un niño.
Ishmael rememora que tenía acceso a muchas armas, municiones y drogas, pero no comida ni medicinas. "Cuando has perdido a tu familia, aprendes rápidamente a pertenecer a este grupo, pero para pertenecer a este nuevo grupo hace falta violencia. La violencia se convierte en la forma de mostrar lealtad».
Sin embargo, el espiral de violencia se rompió cuando un grupo de personas se presentó en su regimiento y pidió la desmovilización inmediata de todos los niños reclutados.
"Nos metieron en un coche y nos dijeron que volveríamos a ser niños".
"LA AYUDA DE UNICEF ME DIO ESPERANZA (...) ES LO QUE HIZO QUE TODAS LAS DEMÁS COSAS FUERAN POSIBLES PARA MÍ"
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Ishmael pasó ocho meses en un centro de desmovilización en Freetown, Sierra Leona, apoyado por UNICEF, y poco a poco se fue recuperando de la guerra. La amabilidad de la gente que conoció allí cambió su forma de ver el mundo.
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"Cuando salí de la experiencia de ser un niño en guerra, pensé: ¿Qué puedo hacer para devolver algo y hacer que los niños soldados entiendan las posibilidades que hay al otro lado?".
"Así que decidí ser un ejemplo, para la gente que sale de la lucha, pero también para la gente que hace el trabajo de ayudar a la gente que sale de esa lucha".
Después de escapar de la guerra, Ishmael vivió un tiempo con uno de sus tíos para posteriormente ser adoptado por una familia en Estados Unidos.
Allí estudió Literatura y se convirtió en un activista por los derechos de la infancia.
En 2007, fue nombrado Embajador de Buena Voluntad de UNICEF, dedicándose a la lucha contra el reclutamiento de niños en conflictos armados.
"CADA VEZ QUE SALVAMOS A UN NIÑO DE LA GUERRA, HAY ESPERANZA"